Acercándonos al 90 cumpleaños de la aeronave más emblemática del mundo. (Primera parte)
Antecedentes
Para abordar este tema se hace imprescindible conocer los antecedentes de una aeronave que hizo época en su momento y se ha mantenido a lo largo de 89 años.
En la década de los años 20, fabricantes de aeronaves de todo el mundo se dieron a la tarea de construir aeronaves que superaran aquellas. que ya en, necesitaban de parámetros de funcionamiento y seguridad más eficientes. Los fabricantes Ford, Fokker y Boeing habían lanzado al mercado aeronaves que se integraron con éxito a las aerolíneas comerciales que satisfacían las necesidades del incipiente desarrollo de la aviación comercial.
El fabricante norteamericano Douglas Aircraft Company incursionó en la construcción de una aeronave que superara las ya existentes y con destacado éxito operacional. Aquel proceso dio como resultado la incorporación al mercado de un prototipo denominado DC-1 (Douglas Commercial) y que estuvo terminado el 22 de junio de 1933, y realizó su vuelo inaugural el 1 de julio. Aunque se fabricó un solo ejemplar, la aeronave era totalmente metálica, de ala baja y propulsado por dos motores Wright R-1820 Cyclone; con una capacidad para 12 pasajeros, dos tripulantes y un ingeniero de vuelo; el avión desarrollado excedió las especificaciones de la TWA, compañía interesada en él, estaba insonorizado y climatizado, era capaz de continuar volando con un único motor y de realizar un aterrizaje controlado.
Presentación de la nueva aeronave bajo la librea de TWA. El acontecimiento resultó de gran interés para la prensa.
No obstante, la impresión causada por el nuevo avión, la Douglas Aircraft Company inició trabajos en un nuevo modelo. La TWA aceptó el diseño y realizó un pedido de 20 unidades en agosto de 1933, con motores más potentes y con capacidad para 14 pasajeros, pasando a denominarse el modelo Douglas DC-2. El diseño causó una gran impresión a muchas compañías aéreas estadounidenses y europeas, las cuales realizaron pedidos del modelo, siendo los destinados a aerolíneas europeas fabricados bajo licencia por la neerlandesa Fokker. Durante los años que el DC-2 estuvo en producción, se construyeron 156 unidades.
La compañía neerlandesa KLM empleó su primer DC-2 (matriculado PH-AJU y bautizado «Uiver», “cigüeña” en neerlandés) en la Competición Aérea MacRobertson que se disputó en octubre de 1934, y que se desarrolló entre las ciudades de Londres (Reino Unido) y Melbourne (Australia). De los veinte participantes, el DC-2 terminó segundo.
Vista de la cabina de pasajeros de un Douglas DC-2 de TWA
En ese momento, la American Airlines que operaba un servicio nocturno transcontinental, con literas, con el Curtiss Condor II, hizo una oferta a Douglas para sustituirlo por un aparato de literas más rápido. El resultado fue un DC-2 de fuselaje ensanchado, de más envergadura y con motores más potentes, llamado DST (Douglas Sleeper Transport). El DST realizó su primer vuelo el 17 de diciembre de 1935
Nace el DC-3
Douglas DC-3 fue el nombre que se dio a una versión diurna del DST para rutas más cortas, con capacidad para 21 pasajeros. Esta capacidad fue la que lanzó al DC-3 a la conquista definitiva del transporte aéreo de pasajeros (anteriormente habían existido en Europa algunos aparatos con mayor capacidad, pero con velocidades de crucero de 90 nudos como máximo y alcances menores).
La compañía Douglas vendió 400 de estos aviones a las principales compañías de aviación de la época, y rápidamente desplazaron al tren en los viajes de larga distancia dentro de los Estados Unidos. Se construyeron un total de 607 aeronaves de variantes civiles del ya denominado DC-3.
La historia del DC-3 había comenzado a escribirse, pero aun faltaban unos años de proceso constructivo que estuvo muy influenciado por los acontecimientos de la época.